La premiurización de la privacidad está haciendo que muchas empresas lo incorporen a sus productos y abriendo un potencial nuevo mercado millonario
Es una de esas lecciones que las empresas han tenido que aprender durante estos últimos años, pero que ahora todas parecen tener bastante claro. Los datos sobre los consumidores y el mercado son la base para mejorar las posiciones que ocupan en sus negocios, la llave para comprender qué ocurre y cómo deben posicionarse y la herramienta clave para el éxito. Necesitan acumular información y más información, porque la información es la que alimentará su éxito potencial.
Pero al mismo tiempo que han tenido que aprender esto, también han debido asumir que los datos se han convertido en un elemento complicado. Los consumidores que en el pasado compartían información sin ser muy conscientes de ello o asumiendo que era una especie de mal menor de la era de internet se han convertido en mucho más activos en temas de privacidad. Han comprendido el valor de los datos y han empezado a posicionarse de una manera diferente.
Ahora, quieren más control sobre la información y más protección. Los escándalos de privacidad – desde el de Cambridge Analytica hasta cómo se segmenta para potenciar fake news – han llevado a que la sensibilidad sobre la información sea mucho mayor.
Todo ello ha hecho que la privacidad se haya convertido en algo premium. Los consumidores la aprecian, la valoran y tienen una visión completamente diferente de todo aquello que lo garantiza. Tus datos han premiurizado el consumo. Todo esto ha llevado a que se produzcan dos movimientos, como apuntan en un análisis sobre la cuestión que recoge VentureBeat.
Por un lado, algunas compañías han empezado a usar la privacidad como elemento para posicionarse. Es lo que está haciendo Apple, por ejemplo. Su actualización del sistema operativo móvil de sus dispositivos – que se ha convertido en una pesadilla para los anunciantes – intenta llegar al consumidor apelando a la privacidad.
Por otro, todo este interés por la privacidad ha abierto un potencial nuevo mercado. Los consumidores están dispuestos a pagar por una experiencia completamente privada.
El mercado de la privacidad
Para los anunciantes y las marcas, esto podría convertirse en una pesadilla, pero la propia existencia de esta intención de pago debería funcionar como un aviso a navegantes de cómo se está complicando la situación.
Un estudio reciente, que toma el mercado estadounidense como base y que es el que comparte VentureBeat en su análisis, señala que existe ya un mercado para la privacidad.
Solo en Estados Unidos sería un mercado de entre 14.000 y 18.000 millones de dólares, que es lo que los consumidores estarían dispuestos a pagar por un acceso seguro a redes sociales. Un 42% de los estadounidenses estaría dispuesto a pagar 12 dólares al mes por completa privacidad en redes sociales y un 50% lo haría por 8 dólares. Son, al cambio, 9,82 y 6,55 euros, respectivamente.
Lo más interesante de estos datos – y lo más preocupante para las marcas – es que los consumidores más dispuestos a pagar por privacidad son consumidores muy activos en la red, nichos de mercado muy deseados para las compañías. Quienes están más preocupados por la privacidad y quienes están dispuestos a pagar por ella son los jóvenes adultos. El grupo entre 25 y 34 años es quien está dispuesto a pagar más, seguido por los de 35 a 44 años.
Curiosamente, quienes están dispuestos a pagar menos, si se segmenta por hábitos de compra y no por edades, son los compradores activos online. Quienes reconocen que es muy probable que hagan una compra online en los próximos 12 meses solo pagarían 4 dólares al mes por privacidad.
Artículo de puromarketing.com
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