Si una marca emitiera el mismo anuncio por televisión cambiando su música, por ejemplo clásica, disco o con una balada, las emociones de los receptores cambiarían según el sonido de cada versión. Así lo ha afirmado una investigación realizada por la Universidad del País Vasco y publicado en African Journal of Business Management. El objetivo de este estudio es conocer la reacción que provoca la música de la publicidad. Patrick Hartmann, uno de los autores de este análisis, señala que han conseguido probar que lo que se percibe de una marca y su producto cambia al usar distintos sonidos en un mismo anuncio, siempre que estén relacionadas con su mensaje.
En el estudio, se crearon cuatro cuñas publicitarias con el mismo texto de una marca de agua mineral irreal, uno sin música. Se eligió al azar a un grupo de más de quinientas personas de España de entre 15 y 65 años, que realizaron una encuesta y escucharon cada anuncio una vez. En cuanto a la música elegida, todas eran instrumentales, dos desconocidas porque se crearon específicamente para la investigación y la tercera, era una versión sin letra de la canción «What a Wonderful World» de Louis Armstrong.
Tras escuchar las cuñas, los investigadores quisieron saber qué relación habían creado los sujetos del estudio entre melodía y marca, además de medir qué emociones habían sentido, cómo se percibía la marca y si comprarían el producto después de escuchar la cuña. Más del 70% coincidió en que la primera música que habían escuchado era la más adecuada para la marca y el anuncio. Para los investigadores quiere decir que el primer sonido que se percibe sobre una marca es el que se relaciona con ella de forma más rápida.
Otra de la conclusiones, es que el estilo de la melodía también influye a la hora de percibir como se lee el texto de la publicidad. Al preguntar por qué tipo de música era más adecuado para esa marca, quienes habían escuchado primero la versión con la música en tonos altos y rápida dijeron que la locución era más alegre, jovial, atrevida, nerviosa o inquieta. En cambio, los de la versión en tonalidad baja y un tempo lento dijeron que la comunicadora era tranquila, comprensiva, madura, delicada, relajada o paciente.
En definitiva, ahora sabemos que cuando vemos un anuncio publicitario y un producto nos parece agresivo, atractivo o divertido, no es espontáneo. Sino que se ha estudiado muy bien la música que lo acompaña para que lo percibamos de esta forma. ¿Estás de acuerdo?
Añadimos a este artículo este vídeo donde nos explica claramente los diferententes tipos de música que se utilizan en la publicidad con objetivos muy definidos.
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