Un artículo de Nacho falces Yoldi, director de https://www.agronewscastillayleon.com/

Es evidente que el fenómeno de las tractoradas no es nuevo en el sector agrario pero es cierto que tenemos que mirar lejos, muy lejos… quizás en los inicios de la democracia española en el año 1977 para encontrar alguna de las de calado de las actuales y quizás volver la vista a otra reforma de la PAC, la ya muerta Agenda 2000, para ver una salida tan masiva de agricultores y ganaderos a la calle como la actual.

Las actuales movilizaciones, lo que he dado en llamar las tractoradas 2.0, presentan unas características que las hacen especialmente atractivas incluso en el aspecto puramente sociológico. Quizás, lo primero es que han nacido alejadas del canal tradicional de reivindicación que son las organizaciones profesionales agrarias y lo han hecho de algo tan actual como son las redes sociales, los grupos de “WhatsApp”, por ejemplo, están siendo clave en las mismas y desde ellos se han convocado unas protestas que han ido naciendo como setas en el bosque, aquí y allí, sin orden y concierto lo que ha sorprendido a las fuerzas del orden, los políticos y, también, a las propias OPAs.

Este movimiento, nacido de la propia sociedad civil y alejado de cualquier sigla política, por mucho que algunos se empeñen en vincularlo a determinado partido político de tres letras,  porque a ellos si les interesa políticamente claro y tratando de desprestigiar las protestas, apenas cuenta con portavoces, lo que hace más atractiva la labor de nosotros, los periodistas, que tenemos que andar persiguiendo a agricultores y ganaderos para que nos hagan unas declaraciones que hay que reconocer que resultan mucho más frescas y apegadas a la realidad que las políticamente “correctas” a las que estamos acostumbrados.

Las causas de las tractoradas 2.0 son múltiples y variadas pero creo que el hartazgo general del sector es la más extendida de todas…cansancio con unas Administraciones, aquí me da igual locales, provinciales, regionales, nacionales, europeos o mundiales que les atiborran a burocracia…de tal forma que se pasan más horas ante el ordenador o con el gestor de turno que labrando las tierras o cuidando a los animales.

Los costes de producción disparados, pues pese a haber bajado en los últimos meses siguen por encima, y muy por encima, de los de antes de 2021…unido a esto unos precios de sus producciones ajustados e incluso en algunos casos por debajo de los costes de producción y siempre marcados por una volatilidad que hace difícil cualquier volatilidad…

Otro aspecto clave es el acoso que su actividad sufre por medidas falsamente consideradas de protección del medio ambiente, la naturaleza o los animales incluidas en la Agenda 2030, el Pacto Verde europeo, la estrategia de la Granja a la Mesa, la de biodiversidad 2030 o las leyes de bienestar animal, sin olvidar, por supuesto la Política Agraria Común, la PAC,… y que muchas veces no se sabe ya a cual pertenecen pues se entrelazan de forma inverosímil.

Por ejemplo, leyes de bienestar animal que sólo tratan de humanizar a los animales, olvidándose de lo que son realmente… normativas que encarecen la producción, los costes de cada kilo de leche, de carne… sin que luego nadie quiera pagar ese diferencial…

Qué decir de la PAC que, simplemente, no te deja ya producir lo que quieres, cuando quieres y donde quieres, que obliga a abandonos absurdos de tierras cuando hay cada vez más demanda de alimentos, a poner cultivos que no se han puesto nunca en la zona o realizar rotaciones de cultivos diferentes a los tradicionales o a empezar a labrar unas tierras en una fecha fija como si la climatología entendiese de fechas… Es evidente que exige cambios, Bruselas ya ha iniciado algunos, pero necesita acercarse más a la realidad del campo.

Busquemos el equilibrio entre conservación de medio ambiente y rentabilidad en las explotaciones. Ésa es la clave, restrinjamos el uso de fitosanitarios o fertilizantes, pero demos alternativas reales a los agricultores, no se puede eliminar una materia activa sin que haya otra que sea igual de efectiva…y así con otros muchos temas, por ejemplo, transgénicos o edición genómica, demos a nuestros agricultores y ganaderos las mismas herramientas que a los de fuera…

Ya para acabar con estas reivindicaciones, he hilado con lo anterior, las importaciones de países terceros se tienen que controlar. Si a los nuestros les exigimos mucho ¿Hacemos lo mismo con lo que llega de fuera?

El movimiento de las tractoradas 2.0 seguirá…no sabemos hacia dónde irá y dónde acabará pero lo cierto es que ha dado un soplo de aire fresco al sector, ha removido sus cimientos y lo ha reactivado… esperemos que no sea como otros nacidos recientemente que ahora parecen morir… Se lo iremos contando.

Compártenos: